Parece que de una buena vez, se confirmará la vuelta del fútbol para mediados de octubre. De hecho ya se autorizaron los protocolos para el desarrollo de los amistosos desde este jueves y se hacen prácticas esenciales desde el 10 de agosto.
El “convivir con el virus” que impulsaba el presidente Andrés Fassi es una realidad para todos, aunque la AFA y Salud recién lo hayan entendido ahora, luego de siete meses de parate oficial, en los que además se tuvieron que comer una apretada a nivel sudamericano y de la Fifa para que Boca, River, Racing, Defensa y Tigre reanudaran la Copa Libertadores y la selección arrancara las eliminatorias rumbo a Qatar 2022.
Como sea, en Talleres comenzará la etapa de los desafíos. Se sabe que la prioridad será terminar de armar el plantel para atender el doble frente de la Copa Sudamericana 2021 y el torneo largo de la Liga, en el que el primer equipo se planteará ser protagonista con refuerzos de jerarquía para poder avanzar lo más que pueda en su reaparición internacional y seguir entre los 10 primeros a nivel local para mantener la internacionalidad en 2022 y que interrumpió en 2020, tras jugar la Copa Libertadores 2019, sin avanzar a fase de grupos.
Sin embargo, el primer reto será para el equipo que comenzó a armarse durante la pandemia y que jugará la famosa Copa Liga Profesional y las fases decisivas de la Copa Argentina. Y es una oportunidad largamente esperada por un puñado de jugadores: los líderes del plantel y los jugadores formados en el semillero.
Mauricio Caranta y Javier Gandolfi son los referentes que jugarán por el aplauso final y tendrán la chance de poder despedirse en una cancha. Para eso se estuvieron preparando durante esos meses y años en que debieron verse más en el banco de suplentes que en la cancha. El desafío será reducir los efectos de una inactividad con la que debieron lidiar las pocas veces que les tocó jugar. Caranta y Gandolfi, como ya lo supo hacer Pablo Guiñazú, serán los encargados de liderar a un plantel más joven que nunca. Hasta los refuerzos que llegaron son proyectos, como Piero Hincapié, Matías Córdoba e Ignacio Lago.
Mientras Talleres define las incorporaciones de los jugadores de jerarquía que reemplacen a Guido Herrera, a Andrés Cubas y a Nahuel Bustos (Fassi está en Europa para cerrar una venta histórica), entre otros, se abrirá una competencia mano a mano en la que volverán a ser contemplados los futbolistas propios. Federico Navarro, Fernando Bersano y Lautaro Guzmán, quienes pudieron debutar en la era Juan Pablo Vojvoda, junto con Renzo Paparelli, Marcos Arturia, Mauro Valiente y Franco Malagueño (quedó libre), tendrán una segunda chance para poder demostrar que pueden estar a la altura de las circunstancias. Favio Cabral, quien tuvo algunos minutos este año ya con Alexander Medina como DT, también tendrá su posibilidad, al igual que Augusto Schott, Joaquín Blázquez y Gonzalo Alvez, entre otros.
La oportunidad no avisa, como pasó ahora. Esa es la ventaja, que hay que aprovechar para que Alexander Medina elija al mejor. Después, nadie sabe cuándo vuelve. Será la despedida de algunos y el inicio de un nuevo camino para otros. Y Talleres tiene que ser el beneficiado. Ese tiene que ser el resultado final.
El plantel arribó el domingo a la noche para el partido por Eliminatorias de este martes. Cada jugador se mostró con su tubo personal para contrarrestar la altura de La Paz.
El Cuti Romero bajó del micro con su tubo personal.
La Selección Argentina llegó este domingo a la noche a Bolivia para el compromiso del martes a las 17, correspondiente a la segunda fecha de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026.
Más allá de la posible ausencia de Lionel Messi, la formación y las cuestiones futbolísticas, el principal objetivo del plantel es minimizar el impacto de los 3.600 metros de altura de La Paz, la capital boliviana.
Es por eso que una de las imágenes que más llamó la atención fue el arribo de cada jugador argentino con su propio tubo de oxígeno. La Selección sabe que no es sencillo predecir cómo puede responder el organismo de cada uno para el encuentro en el estadio Hernando Siles.
En el video se puede ver a Messi, en este momento duda para ser titular en La Paz, descendiendo del colectivo detrás de Cristian “Cuti” Romero. El cordobés ex-Belgrano fue uno de los que portaba un tubo de oxígeno de mano.
Además, minutos antes, futbolistas como Alexis Mac Allister y Nicolás Tagliafico mostraron el elemento en sus redes sociales. La falta de aire la suelen experimentar aquellos que suben desde el llano, y la idea es aclimatarse lo antes posible.
El plan de los tubos no es nuevo ni único de la Selección Argentina. Por caso, en las últimas Eliminatorias para Qatar el equipo dirigido por Lionel Scaloni utilizó la misma estrategia, y salió bien. El 13 de octubre de 2020, el conjunto nacional venció 2-1 a Bolivia y cortó una racha de 15 años sin triunfos en la ciudad del Altiplano.
Así son y cómo se usan
Esta vez los argentinos llegaron a La Paz con sus tubos personales, a diferencia de los grandes cilindros que se vieron años anteriores. Permite inhalar a una pureza del 95 por ciento cuando siente la necesidad.
Los tubos de la Selección son de la marca estadounidense Boost Oxygen, que dependiendo del tamaño brindan entre 60 y 200 descargas. De hecho vienen con distintos “sabores”: natural (el que se pudo ver en manos de los futbolistas), menta, pomelo rosado y eucalipto.
Según indica la página oficial del producto, el aire a nivel del mar tiene un 21% de oxígeno y los tubos descargan al menos tres veces más que eso.
Los tubos de oxígeno se utilizan tal cual mostró Mac Allister en sus redes: con la mascarilla debajo de la nariz y cubriendo toda la boca.
Fue 1-0, en el arranque del torneo clasificatorio rumbo al Mundial de 2026. La Selección inició en forma exitosa su camino hacia la cita ecuménica y vivió una fiesta ante más de 80 mil personas.