La oposición a la justa, no obstante, va en aumento y muchos piden su cancelación definitiva. El Comité Olímpico Internacional y los organizadores locales han dicho que otra postergación es imposible, de modo que las únicas opciones son llevarlos a cabo a partir del 23 de julio, como está programado, o cancelarlos definitivamente.
Dos encuestas recientes de la agencia Kyodo y del canal TBS indican que el 80% de la opinión pública japonesa quiere que la justa se postergue de nuevo o se cancele, o piensa que no se va a llevar a cabo. Esto representa un aumento del 15% al 20% respecto al mes pasado.
“Los japoneses están cada vez más inclinados a oponerse a los Juegos este verano y el estado de emergencia refuerza la impresión de que son una causa perdida”, manifestó Koichi Nakano, quien enseña política en la Universidad Sofía de Tokio, en un correo electrónico enviado a The Associated Press.
Hay muchos factores en juego: Las finanzas olímpicas, la geopolítica y las apariencias.
Los contribuyentes japoneses han invertido miles de millones de dólares en los juegos, el COI vive de los derechos de televisación y sus arcas han sufrido un duro golpe por la postergación del año pasado. China, por su parte, está lista para organizar los Juegos de Invierno en Beijing dentro de 13 meses y sacaría un rédito político si Japón no puede llevar a cabo los de verano.
“El prestigio de Japón en Asia y en el mundo es importante, sobre todo por su rivalidad con China”, dijo Nakano. “Sería una pesadilla para ellos (los japoneses) si no pueden montar los primeros juegos post Covid-19 y lo hace China”.
Nakano afirmó que el gobierno quería evitar tener que declarar el estado de emergencia, pero finamente debió hacerlo.
Los organizadores prometieron tomar estrictas medidas contre el virus. Esto implica garantizar la seguridad de 15.400 deportistas olímpicos y paralímpicos, además de la de los japoneses en general. También habrá decenas de miles de jueces, técnicos y funcionarios, patrocinadores, voluntarios y periodistas. Y tal vez cientos de miles de aficionados, si es que se admite públicos a las justas.
Japón procura justificar los al menos 25.000 millones de dólares invertidos, satisfacer a los patrocinadores nacionales que aportaron 3.500 millones de dólares y ganar la batalla geopolítica con China.
El COI, con sede en Suiza, por su parte, trata de estabilizar sus finanzas. El 73% de sus ingresos provine de la venta de los derechos de transmisión televisiva. Un 18% de los patrocinadores.
El doctor Atsuo Hamada, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Universitario de Tokio, dijo que los Juegos pueden generar “orgullo y un legado”, y tal vez beneficios económicos a corto plazo, pero también pueden traer el Covid-19.
“Los Juegos podrían aumentar los riesgos de infecciones”, declaró en una entrevista con AP. Hamada dice que el estado de emergencia cambió todo. Cree que la mayoría de los japoneses no van a empezar a vacunarse antes de mayo.
Agregó que el “método de la burbuja”, como el que usó la NBA en Florida, parecía viable, pero que los olímpicos requerirían numerosas burbujas en medio de un área metropolitana de 35 millones de habitantes.
“El estado de emergencia cambió las cosas”, manifestó. “Realizar los Juegos parece algo más difícil hoy que el año pasado”, aseveró.
Japón, un país de 126 millones de habitantes, contuvo el coronavirus mejor que la mayoría de las naciones y registró solo unas 4.000 muertes asociadas con el Covid-19.
El influyente dirigente del COI Richard Pound dijo la semana pasada que “la posibilidad más realista de hacer que los Juegos Olímpicos se lleven a cabo” sería declarar a los deportistas una prioridad para las vacunas. Poco antes Bach había dicho que los deportistas no debían ser una prioridad.
Tokio asomaba como una bocanada de aire fresco para un movimiento olímpico conmocionado por escándalos en los Juegos de Río de Janeiro del 2016 y de Sochi en el 2014. Sin embargo, también se vio envuelta en escándalos, que forzaron la renuncia del presidente del Comité Olímpico de Japón Tsunekazu Takeda.
Para peor, el estado de los derechos humanos empeoró en China luego de que consiguió la sede de los Juegos del 2008 y ahora la justa de invierno del 2022 llega en momentos en que al menos un millón de musulmanes uigures son internados en campos de concentración y obligados a hacer trabajos forzados en el noroeste del país.
“Sospecho que China va a presentar los Juegos de Invierno como un ejemplo de cómo combatir la pandemia y de liderazgo en el campo de la salud”, comentó Sheena Greitens, profesora de política asiática en la Universidad de Texas, en un email.
John Horne, coautor del libro Comprendiendo los Juegos Olímpicos (“Understanding the Olympics”) y profesor de sociología del deporte en la Universidad Waseda de Tokio, cree que la cancelación es una posibilidad real.
“Nadie lo quiere, pero hay una cantidad de problemas para reunir al mundo en estos momentos, empezando por el de la transmisión del virus”, declaró a AP.
El plantel arribó el domingo a la noche para el partido por Eliminatorias de este martes. Cada jugador se mostró con su tubo personal para contrarrestar la altura de La Paz.
El Cuti Romero bajó del micro con su tubo personal.
La Selección Argentina llegó este domingo a la noche a Bolivia para el compromiso del martes a las 17, correspondiente a la segunda fecha de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026.
Más allá de la posible ausencia de Lionel Messi, la formación y las cuestiones futbolísticas, el principal objetivo del plantel es minimizar el impacto de los 3.600 metros de altura de La Paz, la capital boliviana.
Es por eso que una de las imágenes que más llamó la atención fue el arribo de cada jugador argentino con su propio tubo de oxígeno. La Selección sabe que no es sencillo predecir cómo puede responder el organismo de cada uno para el encuentro en el estadio Hernando Siles.
En el video se puede ver a Messi, en este momento duda para ser titular en La Paz, descendiendo del colectivo detrás de Cristian “Cuti” Romero. El cordobés ex-Belgrano fue uno de los que portaba un tubo de oxígeno de mano.
Además, minutos antes, futbolistas como Alexis Mac Allister y Nicolás Tagliafico mostraron el elemento en sus redes sociales. La falta de aire la suelen experimentar aquellos que suben desde el llano, y la idea es aclimatarse lo antes posible.
El plan de los tubos no es nuevo ni único de la Selección Argentina. Por caso, en las últimas Eliminatorias para Qatar el equipo dirigido por Lionel Scaloni utilizó la misma estrategia, y salió bien. El 13 de octubre de 2020, el conjunto nacional venció 2-1 a Bolivia y cortó una racha de 15 años sin triunfos en la ciudad del Altiplano.
Así son y cómo se usan
Esta vez los argentinos llegaron a La Paz con sus tubos personales, a diferencia de los grandes cilindros que se vieron años anteriores. Permite inhalar a una pureza del 95 por ciento cuando siente la necesidad.
Los tubos de la Selección son de la marca estadounidense Boost Oxygen, que dependiendo del tamaño brindan entre 60 y 200 descargas. De hecho vienen con distintos “sabores”: natural (el que se pudo ver en manos de los futbolistas), menta, pomelo rosado y eucalipto.
Según indica la página oficial del producto, el aire a nivel del mar tiene un 21% de oxígeno y los tubos descargan al menos tres veces más que eso.
Los tubos de oxígeno se utilizan tal cual mostró Mac Allister en sus redes: con la mascarilla debajo de la nariz y cubriendo toda la boca.
Fue 1-0, en el arranque del torneo clasificatorio rumbo al Mundial de 2026. La Selección inició en forma exitosa su camino hacia la cita ecuménica y vivió una fiesta ante más de 80 mil personas.