Belgrano tiene varios frentes de “batalla” y los va atendiéndolos a todos como puede. Lo económico apremia y precisa de la agudización del ingenio para encontrar los caminos necesarios para afrontar los sinuosos senderos que obliga a transitar el presente. Por otro lado, en lo deportivo, buscó cerrar algunas prosecuciones de contrato y debe analizar otros que se vencerán en el corto plazo.
Uno de los jugadores que en junio del año que viene quedarán en libertad de contratación es Nahuel Luján, quien espera por las nuevas autoridades del club (cuando las elecciones puedan hacerse) para sentarse a negociar un nuevo vínculo.
El delantero le contó a Mundo D que “al menos ahora se puede salir a correr un poco. Porque la verdad es que esto se hace cada vez más tedioso. Se me hizo bastante largo y por momentos no se aguanta más”, Y añade: “Espero que tengamos la chance de regresar a entrenar el mes que viene, como se está diciendo. La estamos llevando y a esta altura cada uno sabe lo que tiene que hacer y cómo trabajar”.
Sobre su contrato, el jugador aseguró: “Me queda un año y parece un montón de tiempo, pero la verdad es que se pasa volando. Porque ahora todos estamos pensando en volver a los entrenamientos, en empezar a jugar y, si Dios quiere, ver si se puede pelear por cosas importantes”.
“Mi contrato termina y para saber que será de mi vida debo esperar, no me queda otra”, prosigue Luján, quien está bajo la atenta mirada de un par de equipos de la Liga Profesional, pero agrega: “Uno no sabe qué va pasar. En el club hay elecciones y eso hace que se deba esperar por todo”.
Sobre la incertidumbre que hay por la vuelta del fútbol, el atacante fue contundente: “Cada vez parece más difícil que se juegue. La verdad es que es un drama todo esto. Ojalá se dé y juguemos, pero uno ve todo lo que está pasando en Buenos Aires y parece que no será tan sencillo que se empiece el torneo pronto. Esperemos que las cosas mejoren y podamos volver. Sabemos que hasta que allá no esté mejor la cosa, no vamos ni a entrenar acá”.
“El fútbol se extraña en todas partes, por eso es que uno tiene muchas ganas de regresar. Todos los jugadores queremos retornar a trabajar en los predios con nuestros compañeros, porque pretendemos estar bien; después, si te toca quedarte en un club o irte, es otra cosa”, prosiguió.
Luego, agregó: “En lo económico se va poner más complicado aún de lo que está hoy. A nosotros el club nos está cumpliendo, pero sé que hay varios chicos en otras instituciones que no están cobrando y que no la están pasando bien. A veces se confunde con eso que los jugadores ganan un montón de plata, y en realidad no es así. No todos ganan mucho dinero y a los que les alcanza para estar al día, cuando pasan un par de meses sin cobrar, se les complica muchísimo”.
“Lo vengo diciendo. La verdad es que disfruto mucho de jugar en Belgrano, quiero jugar aquí y me gusta hacerlo. Así que espero poder seguir en el club y que se nos dé la oportunidad de poder pelear un ascenso en cancha”, sentenció Luján.
Se fue un amigo
Nahuel Luján recordó con cariño a Lucas Acosta, pues ambos son de la misma categoría (1995) y realizaron todas las inferiores juntos. Y hasta jugaron varios torneos de la Liga Cordobesa como compañeros de equipo: “Cuando se fue, nos deseó toda la suerte. Y nos dejó unas palabras muy lindas para todo el grupo”.
Una buena relación une al punta y al arquero, por eso Luján asegura que “todos sabemos de las condiciones de ‘Locura’ y lo que puede dar en una cancha. Antes de que se fuera, le mande un par de mensajes y siempre le voy a desear lo mejor. Después, lo que pasó con el club, el representante y esas cosas ya no es un tema en el que uno pueda opinar”.
“Es un arquero con grandes atributos. Seguramente estos dos años que no jugó lo harán arrancar de nuevo, pero condiciones le sobran, así que no tengo duda de que le va ir bien. Siempre lo vi entrenar a full y con todas las ganas. Lo que pasó entre él y el club es algo que lo saben ellos y no podemos hablar los que estamos afuera”, concluyó Luján.
El plantel arribó el domingo a la noche para el partido por Eliminatorias de este martes. Cada jugador se mostró con su tubo personal para contrarrestar la altura de La Paz.
El Cuti Romero bajó del micro con su tubo personal.
La Selección Argentina llegó este domingo a la noche a Bolivia para el compromiso del martes a las 17, correspondiente a la segunda fecha de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026.
Más allá de la posible ausencia de Lionel Messi, la formación y las cuestiones futbolísticas, el principal objetivo del plantel es minimizar el impacto de los 3.600 metros de altura de La Paz, la capital boliviana.
Es por eso que una de las imágenes que más llamó la atención fue el arribo de cada jugador argentino con su propio tubo de oxígeno. La Selección sabe que no es sencillo predecir cómo puede responder el organismo de cada uno para el encuentro en el estadio Hernando Siles.
En el video se puede ver a Messi, en este momento duda para ser titular en La Paz, descendiendo del colectivo detrás de Cristian “Cuti” Romero. El cordobés ex-Belgrano fue uno de los que portaba un tubo de oxígeno de mano.
Además, minutos antes, futbolistas como Alexis Mac Allister y Nicolás Tagliafico mostraron el elemento en sus redes sociales. La falta de aire la suelen experimentar aquellos que suben desde el llano, y la idea es aclimatarse lo antes posible.
El plan de los tubos no es nuevo ni único de la Selección Argentina. Por caso, en las últimas Eliminatorias para Qatar el equipo dirigido por Lionel Scaloni utilizó la misma estrategia, y salió bien. El 13 de octubre de 2020, el conjunto nacional venció 2-1 a Bolivia y cortó una racha de 15 años sin triunfos en la ciudad del Altiplano.
Así son y cómo se usan
Esta vez los argentinos llegaron a La Paz con sus tubos personales, a diferencia de los grandes cilindros que se vieron años anteriores. Permite inhalar a una pureza del 95 por ciento cuando siente la necesidad.
Los tubos de la Selección son de la marca estadounidense Boost Oxygen, que dependiendo del tamaño brindan entre 60 y 200 descargas. De hecho vienen con distintos “sabores”: natural (el que se pudo ver en manos de los futbolistas), menta, pomelo rosado y eucalipto.
Según indica la página oficial del producto, el aire a nivel del mar tiene un 21% de oxígeno y los tubos descargan al menos tres veces más que eso.
Los tubos de oxígeno se utilizan tal cual mostró Mac Allister en sus redes: con la mascarilla debajo de la nariz y cubriendo toda la boca.
Fue 1-0, en el arranque del torneo clasificatorio rumbo al Mundial de 2026. La Selección inició en forma exitosa su camino hacia la cita ecuménica y vivió una fiesta ante más de 80 mil personas.