En medio de un fuerte desorden en las oficinas del club, los hinchas de Independiente colgaron pasacalles dirigidos contra la actual comisión directiva.

Uno de los mensajes más fuertes apuntó contra la continuidad de la dirigencia encabezada por el presidente Néstor Grindetti, quien asumió el cargo por la renuncia de Fabián Doman y Juan Marconi. “El único comunicado que tienen que hacer es el de adelantar las elecciones”, escribieron enojados los fanáticos del “Rojo” de Avellaneda.

En otro de los carteles, los hinchas del “Rey de Copas” apuntaron de lleno contra el secretario general de la institución: “Daniel Seoane ándate de Independiente. Incapaz, soberbio y vaciador”. El dirigente, que ya había tenido un paso por el club tiempo atrás, quedó nuevamente en el centro de las críticas por parte de los socios.

En el último escrito, los fanáticos del “Rojo” señalaron a una persona que mantiene una doble vida política, tanto en el club como en la escena nacional, a quien lo acusan de traidor. “Ritondo te vendiste a los violetas (La Libertad Avanza) ahora vas a vender a Independiente”, señalaron en el pasacalle cercano al estadio Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini.

La aparición de estos pasacalles no es un hecho aislado, sino la expresión visible de una crisis institucional que parece no tener fin en Independiente. El club arrastra años de malas administraciones, decisiones deportivas erráticas y promesas incumplidas que han erosionado la confianza de los socios y generado un clima de descontento generalizado.

La falta de un proyecto claro y sostenido en el tiempo, sumada a la constante inestabilidad dirigencial, ha convertido al “Rey de Copas” en un terreno fértil para disputas políticas que desvían el foco de lo esencial: la reconstrucción deportiva y económica de la institución.

En este contexto, la presión de los hinchas crece partido tras partido, convencidos de que sin un cambio profundo en la conducción, el “Rojo”de Avellaneda seguirá atrapado en un círculo vicioso que lo aleja cada vez más de la grandeza que supo ostentar en el pasado.

En un contexto de creciente tensión con los gobernadores que integran el bloque Provincias Unidas, el presidente Javier Milei lanzará la campaña nacional de cara a las elecciones del 26 de octubre desde la provincia de Córdoba. El Gobierno busca reforzar la presencia del jefe de Estado en el interior del país, anticipando un escenario de tercios en los cinco distritos donde la alianza provincial podría presentar una fuerte competencia.

Según fuentes de Casa Rosada, Milei tiene previsto viajar también a Santa Fe, Mendoza y Corrientes, entre otras provincias, con el objetivo de apuntalar a los candidatos de La Libertad Avanza. La estrategia electoral busca evitar una confrontación directa con los gobernadores, enfocándose en superar la performance del peronismo en esos territorios, aún cuando se considera difícil ganar en distritos clave como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.

El Gobierno trabaja en un cambio de discursiva electoral, dejando atrás el lema “Kirchnerismo Nunca Más” para centrar la campaña en las mediciones macroeconómicas de la gestión y en la crítica a la administración anterior. Se proyectan visitas a distritos del norte como Tucumán y a secciones electorales de la provincia de Buenos Aires, como Bahía Blanca y Mar del Plata.

Ante la percepción de que la ruptura de alianzas con las provincias generó “ruido político” y debilidad parlamentaria, el Presidente ordenó reflotar la mesa federal con los gobernadores. El ministro del Interior, Lisandro Catalán, ya se reunió esta semana con mandatarios como Leandro Zdero (Chaco), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Alfredo Cornejo (Mendoza) y Osvaldo Jaldo (Tucumán). La campaña nacional de Milei se perfila como un intento por consolidar el apoyo en el interior y superar los desafíos políticos y económicos, en medio de internas y tensiones con los bloques provinciales.