Coronavirus: hay más de 16.500 muertos y más de 380 mil contagiados en el mundo
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La pandemia del nuevo coronavirus originado en la ciudad de Wuhan, en la provincia de Hubei, en el centro de China, ha provocado ya más de 380.000 contagios y más de 16.500 muertos, con Estados Unidos situado como el tercer país más afectado, con más de 46.000 casos, y con España en cuarta posición, con más de 35.000 positivos.
Según el balance global actualizado este martes a las 8.45 horas por la Universidad Johns Hopkins, la pandemia del nuevo coronavirus se ha extendido por 168 países y territorios, con un total de 382.108 personas contagiadas y 16.574 víctimas mortales. El número de personas que han conseguido curarse de COVID-19, la enfermedad generada por el coronavirus, asciende a 101.857, la mayoría de ellas en China (más de 73.000).
Los cuatro países más afectados por la pandemia (China, Italia, Estados Unidos y España) suman más de 227.000 casos, lo que representa más de la mitad del total de personas contagiadas con el virus en todo el mundo.
China sigue siendo el país más afectado, con 81.553 personas contagiadas, 3.281 víctimas mortales y 73.277 personas curadas. Italia continúa en segunda posición, con 63.927 contagios, 6.077 víctimas mortales y 7.432 personas recuperadas.
Estados Unidos se ha situado desde este fin de semana como el tercer país más afectado por la pandemia, con un total de 46.450 casos y 593 víctimas mortales. En cuarta posición se sitúa España, con 35.136 positivos, 2.311 muertos y 3.355 personas recuperadas, según los datos actualizados a las 8.45 horas del martes.
Alemania es el quinto país más afectado, con 29.056 casos, 123 fallecidos y 453 personas dadas de alta. Irán sigue a continuación, con 23.049 positivos, 1.812 muertos y 8.376 personas recuperadas.
Francia acumula un total de 20.128 casos de coronavirus, con 862 víctimas mortales y 2.207 personas recuperadas, seguida por Corea del Sur, que durante varias semanas llegó a ser el país con más contagios del mundo después de China y que ahora tiene el brote casi controlado, con 9.037 positivos, 120 muertos y 3.507 personas curadas.
Suiza contabiliza 8.795 casos positivos y 120 muertos, seguido por Reino Unido, con 6.726 casos y 336 fallecidos. Países Bajos, por su parte, acumula 4.767 casos positivos, con 214 víctimas mortales, seguido por Austria, con 4.477 personas contagiadas y 21 víctimas mortales.
Bélgica, con 3.743 positivos y 88 muertos; Noruega, con 2.625 contagios y diez víctimas mortales; Canadá, con 2.088 positivos y 25 muertos; Portugal, con 2.060 casos y 23 muertos; Suecia, con 2.059 personas contagiadas y 33 muertos; Australia, con 2.044 casos y ocho víctimas mortales; Brasil, Dinamarca, Turquía, Malasia, Israel, República Checa, Japón e Irlanda completan la lista de países con más de un millar de personas contagiadas.
Un centro de cuarentena en Manila, Filipinas. (AP / Aaron Favila)
La nota que nunca quisiera escribir. Estoy devastada. Durante años compartimos escritorio, mesas de radio y algún que otro programa de televisión. Mario generaba buen clima, mantenía la batuta y hacía que cada uno diera lo mejor de sí. Una gran persona. Con él se podía contar siempre.
Su mirada aparentemente despistada envolvía una sagaz observación de todo lo que pasaba y de los protagonistas de lo que pasaba. Matizaba con humor cada situación. Se atropellan en mis recuerdos escenas desopilantes. Van sólo dos anécdotas a modo de muestra.
Estábamos en la redacción de Página en la calle Belgrano. Mario atiende el teléfono fijo y era su mamá, poseedora de esa tragedia judía agudizada con los años.
–Marito te llamo porque me voy a suicidar, no da para más.
–Mamá, ¿tenés algún problema de papeles? Yo soy tu hijo abogado sino llamá a mi hermana que es tu hija psiquiatra.
Otro día contaba que estaba escuchando a Victor Hugo en la radio y empieza a comentar uno de sus artículos en el diario. La grandilocuencia de VH para describir sus dotes de periodista lo apabulló:
–Me miré al espejo y pensé: ‘¡¿Qué me pongo?! No sabía cómo hacer para estar a la altura de semejante halago.
Le decía “Hola Doc” cada vez que hablábamos. Era una forma de rescatar su otra profesión, el abogado que siempre lo acompañaba para analizar los temas de Justicia y derechos humanos con una minuciosidad impecable.
Disfrutaba en el trabajo y lo hacía sentir. Le gustaba hablar con todos y todas, En una Argentina menos polarizaba los años que estuvo a cargo de Política en Página hablaba y hablaba con dirigientes de todo pelaje. Apreciaba a muchos, era contemplativo pero sabía marcar con maestría desvíos y renuncios.
Guardo la imagen de su diálogo con Laura Vales, la compañera que había cubierto la represión en puente Pueyrredón. El asesinato de Kosteki y Santillán que ella describió y él corroboró en una cobertura inolvidable.
Lo vamos a extrañar. Siempre nos va a acompañar su agudeza, su calidad humana y su ternura.
Hace muy poco nos juntamos para charlar sobre un programa de entrevistas que habían pensado junto a Melisa Molina para sumar a la web del diario. Discutimos contenidos, escenarios, nombres de posibles entrevistados y hasta barajamos posibles títulos para el programa. Finalmente elegimos Después del cierre y con ese nombre se inició el ciclo que inauguró Jorge Taiana y continuó Paco Olveira, y que puede verse en el portal del diario.
Pasamos esa mañana entre risas, recuerdos y anécdotas compartidas durante tantos años de trabajo en común. Yo lo chicaneaba con que había llegado tarde al kirchnerismo y él me respondía que lo mío era peor, porque había llegado tarde al peronismo: “Ustedes, los troskos, están más lejos de lo nacional y popular que China de Estados Unidos”, me decía mientras me acariciaba la mejilla con aire paternal.
Cuando leí su libro Kirchner, el tipo que supo, lo llamé para decirle que me había ayudado mucho para recordar situaciones vividas con Néstor y para ordenar mis ideas sobre ese periodo tan intenso que juntos disfrutamos desde el diario.
Esa conversación fue un domingo en que nuestro querido River, pasión que compartíamos con Mario, jugaba un partido importante, así que nos prometimos que si la banda roja ganaba, repetiríamos la charla como cábala ante cada encuentro trascendente.
Pero River perdió y al otro día convinimos que nunca más nos llamaríamos en día de partido.
Ayer, mientras pensábamos junto a Ernesto Tiffenberg con qué título iríamos hoy a la tapa, ambos recordamos la vida y la obra, y en eso estábamos cuando Ernesto disparó: “Ya lo tengo, pongamos Mario, el tipo que supo”. Creo que Ernesto acertó para siempre.