“Todo el mundo dice que quiere estar atrapado en una isla tropical, hasta que tú estás  realmente atrapado”. La declaración le pertenece a Olivia De Freitas (27), una ciudadana sudafricana que está en una luna de miel eterna con su marido Raúl (28), en las islas Maldivas. “Solo suena bien porque sabés que puedes irte”, le dijo al New York Times.

Los planes eran pasar seis días en el paraíso que es el resort Cinnamon Velifushi Maldives, antes de volver a casa. Viajaron el 22 de marzo y los planes eran regresar el fin de semana siguiente. 

Con el avance de la pandemia del coronavirus, las restricciones en los diferentes países del mundo fueron en aumento. Según precisaron al diario estadounidense, ellos consultaron a su agente de viajes antes de embarcar, y les aseguraron que podrían regresar a Sudáfrica.

“Es increíble que tengamos este tiempo extra”, dijo la mujer, y contó que si bien están obteniendo un generoso descuento el hotel que cuesta 750 dólares la noche, poco a poco sus ahorros se van reduciendo y aún no saben cuándo podrán salir de ahí.

Los recién casados contaron que iban por su cuarto día de luna de miel cuando les dijeron que todos los aeropuertos de su país cerrarían. Por las escalas y esperas para llegar a Sudáfrica, no daban los tiempos para poder volver.

La pareja pensó en otras opciones como como tomar una lancha rápida de una hora y media hasta el aeropuerto principal de la isla, pero las Maldivas también habían anunciado el cierre de sus aeropuertos. La incertidumbre fue en aumento por no saber si al salir del resort, podrían regresar.

Desde el consulado de Sudáfrica en las Maldivas, un representante les ofreció vía Whatsapp volver a casa sería alquilar un avión alquilado, a su cargo, por 104.000 dólares. Les proponían dividir ese monto entre los 40 sudafricanos que estaban intentando volver a casa. La opción no fue viable, dado que la mayoría no podía afrontar ese costo.

Llegado el fin de semana, eran los únicos huéspedes en toda la isla. El personal completo del complejo está disponible, dado que el resort aún tiene a la pareja de huéspedes. El gobierno no le permite a ningún ciudadano de Maldivas abandonar los complejos hasta no hacer la cuarentena posterior a la salida del último huésped.

Como son los únicos en el complejo, están sobreatendidos por el personal. La pareja contó que el “chico de la habitación”  se reporta cinco veces al día, los cocineros les prepararon una elaborada cena a la luz de las velas en la playa, todas las noches los artistas siguen dando un espectáculo para ellos, nueve camareros los asisten en el desayuno, cada uno tiene un camarero designado, todas conductas atípicas en tiempos normales de vacaciones.

La pareja aún no sabe cuándo podrá regresar a su país. Por lo pronto, en Sudáfrica, el bloqueo durará al menos hasta el 16 de abril.