Víctor Fabián Gutiérrez integró durante mucho tiempo el circulo de confianza del fallecido expresidente Néstor Kirchner y de la actual vicepresidenta Cristina Fernández, al punto de ocupar el cargo de secretario adjunto de la Presidencia entre 2003 y 2010.

Según publica Clarín, su carrera profesional se inició en 1994, antes de conocer a los Kirchner, con un puesto de cadete en la Caja de Servicios Sociales de Santa Cruz.

En 1995 comenzó a trabajar con Néstor Kirchner, durante el segundo mandato como gobernador.

Si bien en 2010 dejó su cargo, nunca se alejó de la familia presidencial: compartió asados, viajes e incluso fue uno de los invitados al último acto de Cristina cómo presidenta, el 9 de diciembre de 2015.

Ya lejos de su función como secretario, se radicó en el Calafate donde tenía varios emprendimientos y adquirió varias propiedades. Paralelamente, la exposición derivó en sospechas sobre el origen de su dinero, por lo que se le iniciaron causas por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de activos.

Según declaró, durante sus años en la función pública entre 2003 y 2010, su patrimonio se incrementó 765 por ciento.

Los cuadernos

La decisión de Gutiérrez de pasar a ser uno de los arrepentidos en la investigación que se lleva a cabo en la denominada causa de los cuadernos K, que sigue la corrupción ligada a la obra pública, marcó un antes y un después en su relación con Cristina Fernández.

En sus declaraciones, habló de bolsos con dinero que viajaban a El Calafate, de “espacios destinados a guardar los bolsos que eran inaccesibles para todos y sólo ingresaba Néstor Kirchner”.

También dijo que en diversas oportunidades vio al fallecido Daniel Muñoz (ex secretario de Néstor Kirchner) trasladar bolsos hacia la residencia ubicada en el Calafate y en Río Gallegos.

Además, fue quien aseguró que en una residencia de los Kirchner en El Calafate se construyó una bóveda para guardar los bolsos y a la que “sólo ingresaba Néstor Kirchner”.

Desaparición

En los últimos días, Gutiérrez había regresado a su vivienda de El Calafate, donde cumplía aislamiento obligatorio, en el marco del decreto presidencial por coronavirus.

Luego de que su madre y amigos alertaran que no podían contactarlo, se inició un operativo que llevó hasta su casa, donde se encontraron manchas de sangre.

La Justicia investiga su paradero.