NACIONALES
Fernández interviene y busca estatizar a la endeudada Vicentín
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Soberanía alimentaria y rescate. Esos fueron los dos conceptos que eligió Alberto Fernández para anunciar y justificar la intervención por decreto del Grupo Vicentín, una de las principales empresas procesadoras y exportadoras de granos y derivados de la Argentina, y el envío al Congreso de un proyecto de ley para expropiarla. La decisión, que fue urdida en plena pandemia, tiene un impacto económico y otro muy político.
Es que esta corporación alimentaria, de origen santafesino pero con negocios y sedes en el país y en el exterior, está en situación concursal desde hace cuatro meses por no poder pagar deudas por 350 millones de dólares, y su principal acreedor financiero es el Banco Nación.
El presidente Fernández realizó el anuncio ayer en la Quinta de Olivos, en una conferencia de prensa en la que planteó el objetivo de su decisión. “Le permitirá al Estado tener una empresa testigo en el mercado de cereales para una planificación estratégica y a partir de allí poder referenciar al mercado alimentario”, dijo.
Y señaló, asimismo, que el país está “dando un paso hacia la soberanía alimentaria”, porque “un mundo pospandemia va a poner a los alimentos en el centro de la discusión”. El jefe del Estado apareció escoltado por la senadora mendocina Anabel Fernández Sagasti, a quien definió como “una amiga”, y por el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
A ambos les atribuyó la idea de declarar de utilidad pública y sujeta a expropiación a la empresa, con un proyecto de ley que será discutido en el Congreso, mientras la compañía permanece intervenida por DNU.
Está por verse si juntan los votos para cumplir el objetivo parlamentario: Juntos por el Cambio ya salió a cuestionar la decisión por considerar que es el anticipo de una nueva Junta Nacional de Granos.
“Es un placer haber colaborado con usted, Presidente, y todo su equipo”, afirmó la senadora de La Cámpora, una dirigente de extrema confianza de la vicepresidenta, Cristina Fernández.
El proyecto establece “la expropiación del Grupo Vicentín para que el Estado nacional se haga cargo de todos los activos del grupo”, que “serán parte de un fondo fiduciario” cuya administración le será encomendada a la empresa YPF Agro, según afirmó Fernández. Junto al Presidente, Fernández Sagasti y Kulfas, también estuvo Gabriel Delgado, designado interventor de Vicentín; un economista que trabaja en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) y es experto en finanzas y en economía agropecuaria.
El Presidente resaltó que los trabajadores de Vicentín deben tener “la tranquilidad” de que continuarán en sus trabajos y que los “2.600 productores” vinculados a la compañía seguirán “contando con una empresa a quien venderle”.
Y sostuvo que su gobierno está buscando “que una empresa líder de capitales mixtos en la Argentina, que tiene un enorme reconocimiento en su gerenciamiento, pueda seguir haciéndose cargo de la gestión futura”.
Los créditos del Nación
Durante la gestión de Mauricio Macri, el Banco Nación, entidad financiera pública, le prestó al Grupo 18.500 millones de pesos. El expresidente de esa entidad Javier González Fraga, un economista del radicalismo, fue imputado por el fiscal federal Gerardo Pollicita, quien pidió que se lo investigue en una causa penal abierta, al igual que a directivos de Vicentín, por las supuestas irregularidades en el otorgamiento de esos créditos.
Vicentín, a su vez, fue el principal aportante de la campaña de Juntos por el Cambio, con $ 13,5 millones. Es decir que la empresa, ahora en default, le pidió préstamos multimillonarios al gobierno de Macri, del que después fue su principal benefactor electoral.
Quien salió con vehemencia a cuestionar la decisión fue Luis Miguel Etchevehere, ministro de Agroindustria de Macri, quien calificó a la medida de “aventura empresarial”, porque “van a intervenir y/o expropiar una empresa, con dinero de todos los argentinos” y sostuvo que “la empresa está en concurso” y que, por lo tanto, se debería esperar la consumación de ese proceso antes de intervenirla o expropiarla.
En tanto, el radicalismo, el PRO y la Coalición Cívica salieron a cuestionar con firmeza la medida. “Es ilegal e inconstitucional, desautoriza al Congreso y al Poder Judicial, da un primer paso en el camino para estatizar el mercado agropecuario”, dijo Juntos por el Cambio en un documento.
Fuertes dudas en el agro cordobés
El sector agropecuario cordobés recibió con fuertes dudas el anuncio de la intervención del Grupo Vicentín y cuestionó que el presidente Alberto Fernández haya puesto en tela de juicio la transparencia del mercado granario.
A tono con expresiones de dirigentes de otras jurisdicciones, el presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, Luis Magliano, advirtió sobre el riesgo de que se “termine tergiversando el mercado, más que transparentarlo”.
“Las expropiaciones nunca tuvieron buen resultado en la Argentina y terminamos siendo socios en las pérdidas cuando una empresa no anda”, resaltó el dirigente.
Magliano dudó sobre el argumento de que la intervención, con intenciones de una estatización total a través de una ley del Congreso de la Nación, tenga como objetivo pagarles la deuda a los pequeños productores.
“Entiendo que algunos ya vienen cobrando”, deslizó, y advirtió que el proceso puede terminar costándole más caro al propio Estado a través de eventuales juicios de los propietarios de Vicentín y de capitales chinos asociados.
Para el ruralista, preocupa que Fernández hable de conformar una empresa testigo. “El mercado de granos es lo suficientemente transparente como para necesitar un testigo. Lo llevan perfectamente las distintas bolsas (de cereales) del país que operan con volumen y con suficiente cantidad de actores”, resaltó.
En ese sentido, Juan Carlos Martínez, presidente de la Bolsa de Cereales de Córdoba, reconoció tener “más dudas que certezas” con el anuncio presidencial.
“El Estado interviene en una empresa que hoy está en una situación regular, más allá de que se haya presentado en concurso. Está verificando sus deudas y todavía ni siquiera se ha realizado una propuesta de pago” como para caer en esta decisión.
¿Y si pierde más dinero?
El directivo se preguntó “qué pasará si la empresa pierde plata y encima por su intervención en el mercado ha eliminado a sus competidores”, evaluó.
Calificó como una decisión “política” intervenir a Vicentín. “Me preocupa que termine como las típicas empresas del Estado, llenas de burocracia y con reglas no competitivas”.
Martínez sembró dudas, asimismo, sobre el argumento de la “soberanía alimentaria” sostenido por Fernández. “El mercado agroalimentario es mucho más grande de lo que es Vicentín y está claro que el sector productivo no es el problema. La incidencia del trigo en el precio del pan es del siete al nueve por ciento del costo que paga el consumidor”, recordó.
En tanto, fuentes del sector aceitero no dudaron de que con la decisión gubernamental “van a intervenir en la comercialización de granos y esta intervención seguramente afectará los precios que se paguen a productores”, señaló.
En la provincia adeuda casi $ 5.200 millones
En todo el país, hay $ 25.656 millones en juego.
El grueso de las deudas de Vicentín con Córdoba es por compra de granos: 5.163,6 millones de pesos, y 509 proveedores. De esta manera, productores, acopios y cooperativas del interior son los principales damnificados en la provincia por haberle enviado soja, maíz y trigo a la compañía santafesina que después esta no abonó en tiempo y forma. El total que quedó debiendo Vicentín a nivel nacional sólo por compra de granos es de 25.656,9 millones de pesos; es decir, que Córdoba representa un 20% de esa cifra. Una sola firma de Monte Maíz concentra el 10% de las acreencias de la provincia.


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INTERNACIONALES
La oposición polaca lidera una gran protesta en aniversario de un hito democrático

VARSOVIA, Polonia (AP) — El principal partido opositor polaco lideraba el domingo una marcha que pretendía movilizar a los votantes contra el gobierno conservador, al que acusa de erosionar la democracia y seguir a Hungría y Turquía en una tendencia autocrática.
Donald Tusk, ex primer ministro del país, pidió a los polacos que marcharan con él por el futuro del país. Su partido y fuerzas de seguridad esperaban que decenas de miles de personas se sumaran a la manifestación.
Los medios no alineados con el gobierno dijeron que podría tratarse de una de las mayores protestas en Polonia tras la era comunista, entre crecientes temores de que las elecciones de otoño no sean justas.
Los partidarios de la marcha han advertido que las elecciones podrían ser la última oportunidad del país para frenar la erosión democrática bajo el mandato del partido Ley y Justicia.
Ley y Justicia, que gobierna desde 2015, ha combinado un alto gasto social con medidas conservadoras en lo social y el apoyo a la Iglesia en un país de mayoría católica.
Sin embargo, los críticos advierten desde hace años que el país ha revocado muchos de los logros conseguidos desde la caída del régimen comunista en 1989.
Incluso el gobierno de Estados Unidos ha intervenido en ocasiones cuando creía que el gobierno estaba socavando la libertad de prensa y académica en la investigación sobre el Holocausto.
Los críticos señalan principalmente al creciente control sobre la justicia y los medios que ha ido imponiendo el gobierno. El ejecutivo emplea los medios estatales para difundir propaganda exagerada que perjudica a sus rivales. También ha aprovechado la hostilidad hacia minorías, en especial las personas LGTBQ, cuya lucha por los derechos se muestra como una amenaza para las familias y la identidad nacional. La campaña contra el derecho al aborto ha provocado protestas masivas.
La manifestación se celebraba en el 34to aniversario de las primeras elecciones parcialmente libres, un hito democrático en la caída del comunismo en Europa oriental. Será una prueba para la Plataforma Cívica de Tusk, un partido proeuropeo centrista que está segundo en los sondeos por detrás de Ley y Justicia, pero que parece que ganará apoyos tras la aprobación de una ley controversial.
La norma permite crear una comisión para investigar la influencia rusa en Polonia. Los críticos alegan que la comisión tendría poderes anticonstitucionales, como la capacidad de inhabilitar a personas para ejercer cargos políticos durante una década. Temen que el partido en el gobierno la utilice para expulsar a Tusk y otros rivales de la vida pública.
Ante la indignación en Polonia y las críticas estadounidenses y de la Unión Europea, el presidente, Andrzej Duda, que firmó la ley el 29 de mayo, propuso varias enmiendas al texto el viernes. Entre tanto, la ley entrará en vigencia sin garantías de que los parlamentarios vayan a limitar los poderes de la comisión.
Algunos polacos dijeron que podría parecerse a las investigaciones de Joseph McCarthy, un senador estadounidense cuya campaña contra el comunismo a principios de la década de 1950 derivó en histeria y persecución política.
Ese temor se vio subrayado el fin de semana pasada cuando un periodista preguntó al líder del partido gobernante, Jaroslaw Kaczynski, si aún tenía confianza en el ministro de Defensa, en relación con un misil ruso que cayó en Polonia en diciembre.
“Me veo obligado (…) a verle como un representante del Kremlin”, dijo Kaczynski al reportero. “Porque sólo el Kremlin quiere que este hombre deje de ser el ministro de la defensa nacional”.
El grupo de libertad de prensa Reporteros Sin Fronteras expresó su preocupación sobre que la comisión pudiera utilizarse para “librar una caza de brujas contra los periodistas” y “podría servir como una nueva arma para esta clase de ataque, en la que se pone en duda la honradez de los periodistas en un intento de empañar su reputación”.
Paradójicamente, los planes de la nueva comisión parecían haber movilizado más apoyo para Tusk.
Tusk, que fue presidente del Consejo Europeo, había convocado la marcha hace semanas instando a la gente a manifestarse “contra los altos precios, robos y mentiras, por las elecciones libres y una Polonia europea y democrática”. La recepción inicial a su llamada fue dispar.
Al principio, algunos opositores destacados pensaban mantenerse al margen. Pero después de que Duda firmara la ley, varios líderes anunciaron que acudirían.
Ley y Justicia intentó disuadir a la gente de participar en la marcha con un video que utilizaba Auschwitz como tema, lo que provocó críticas del museo estatal que preserva el lugar y aumentó el descontento contra el gobierno.
Está previsto que Polonia celebre elecciones generales en octubre, aunque todavía no se ha fijado la fecha.
INTERNACIONALES
Un petrolero averiado paraliza el tráfico en el Canal de Suez

EL CAIRO (AP) — Un petrolero se averió el domingo en el Canal de Suez, en Egipto, lo que interrumpió el tráfico por el importante paso navegable, según un vocero del canal.
El Seavigour, con bandera de Malta, sufrió un fallo mecánico en el kilómetro 12 (7,5 millas) del canal, señaló George Safwat, vocero de la Autoridad del Canal de Suez.
La autoridad del canal desplegó tres remolcadoras para mover la embarcación y permitir que pasaran otros barcos, señaló.
El petrolero formaba parte del convoy norte, que recorre el canal desde el Mediterráneo al Mar Rojo, añadió.
El Seavigour, construido en 2016, mide 274 metros (899 pies) de largo y 48,63 metros (159 pies) de ancho, según MarineTraffic, un servicio de rastreo de barcos.
El incidente del domingo era un nuevo caso de un barco que se quedaba bloqueado en la crucial ruta. Varios barcos se han varado o averiado en el canal durante los últimos años.
El 25 de mayo, un carguero con bandera de Hong Kong bloqueó brevemente el canal. El 5 de marzo, un barco matriculado en Liberia se quedó varado en la zona de dos carriles del paso. Los dos barcos fueron reflotados horas más tarde.
En marzo de 2021, el Ever Given, un gigantesco barco de contenedores con bandera de Panamá, chocó contra una orilla en un tramo de una dirección del canal, lo que bloqueó el canal durante seis días y trastocó el comercio global.
El canal, que se inauguró en 1896, ofrece una conexión crucial para el crudo, el gas natural y las mercancías. En torno al 10% del comercio global atraviesa el canal, una importante fuente de divisas para el gobierno egipcio.
Según la Autoridad del Canal de Suez, el año pasado 23.851 barcos atravesaron el paso, en comparación con los 20.649 de 2021. Los ingresos del canal alcanzaron los 8.000 millones de dólares en 2022, la cifra más alta de su historia.