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La intimidad del regreso de la NBA en la burbuja de Orlando: lo que pasó y lo que no se vio

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La NBA se reinventa a todo y a todos. Siempre lo hizo. Aun cuando se le retiró
Michael Jordan supo cómo y con quiénes sostener su marca de “industria mundial” para el deporte como entretenimiento. Y la pandemia de Covid-19 no le iba a ganar…

En Mundo D venimos viendo de cerca cómo las relaciones institucionales con los medios, que llevan su “producto” a las audiencias, se mantiene en desarrollo.

Por ejemplo, el acceso a la información de los partidos. Hoy, un medio de cualquier parte del mundo puede “estar ahí” en los eventos de la NBA a través de las plataformas digitales como Zoom.

Lo que antes era asunto de medios locales, hoy es más global que nunca. Por ejemplo, este jueves Mundo D participó de la conferencia de prensa pre-partido del juego que reinició la competencia: Jazz vs. Pelicans (luego vendría el plato fuerte: el clásico de Los Ángeles, que quedó para los Lakers por 103-101). 

Ahí habló el coach de Utah Jazz, Quin Snyder. Con barbijo, parado ante una cámara, respondió cinco consultas. Habló de la nueva atmósfera de jugar sin público y de cómo su equipo se repuso al impacto del coronavirus. 

De hecho, el caso cero de la NBA fue uno de los suyos: el francés Rudy Gobert. El pívot estuvo entre los titulares ante Pelicans. Justo él fue quien definió con dos lanzamientos libres el retorno de la acción de la NBA: el Jazz se impuso a New Orleans 106-104.  

Nadie quiere un caso de coronavirus en Orlando. Nadie. “Si todos cumplimos los protocolos, vamos a poder terminar la temporada”, indicó Mark Tatum, subcomisionado de la NBA y director de Operaciones, en una videoconferencia de la que formó parte La Voz

Y salió al cruce de los que muchos piensan: “Para aquellas personas que sugieren que quien gane el campeonato este año debe tener un asterisco, si lo desea… El campeón será un verdadero campeón porque habrá tenido que pasar por muchas adversidades para llegar a esa meta”.  

Uno de esos esfuerzos habrá sido pasarse casi tres meses aislados en el complejo de Disney en Orlando, la famosa burbuja que idearon en la NBA para terminar lo que se había detenido en marzo. 

Tatum, al mismo tiempo, había destacado el empeño de la liga por generar ambiente cooperativo entre los jugadores. Que la pasen bien, dicho de otro modo. Que además de competir, puedan sentir cierta hermandad. Que se vean cosas distintas. Y algo se vio…

Yendo a la cancha

Como los equipos están en los hoteles del complejo de Disney, los jugadores bajan de sus habitaciones y van a los “locker rooms” (los vestuarios). Y, en ese marco de concentrada-relajación, así entraron las estrellas de los equipos de Los Angeles: Lebron James de los Lakers y Kawhi Leonard, de los Clippers.

La NBA también abrió esos momentos previos a los partidos (los shootaround) a la prensa a través de Zoom y al público a través de Twitter. 

Mostrar es la razón de ser. La NBA mostró con orgullo el mensaje de “Black Lives Matter” contra el racismo y también la postura de los jugadores de Jazz y Pelicans. 

Cada jugador de esos equipos no llevó su nombre en la espalda de la indumentaria de competencia. Todos y cada uno de ellos mostró una leyenda, como “justicia”, “igualdad”. Una NBA más abierta que nunca a lo que las masas reclaman: que sea un espacio para decir y opinar. 

El himno previo al segundo partido del día, Lakers-Clippers, el duelo de Los Angeles, fue grabado e insertado en la pantalla de la transmisión oficial. 

En la cancha, en el partido… la competitividad está al palo. Como siempre. En la cancha… no hay mascotas, los fans están en la pantalla gigante conectados desde sus casas.

Los bancos de suplentes están “lejanos”, con una estética FIBA que nunca se vio en la NBA. Los coachs están de remera, como en las partidos de las ligas de verano. Y hasta se ven los barbijos, como en el caso de Alvin Gentry, el entrenador de los Pelicans. 

En la cancha… el sonido de la transmisión de la TV tiene los mejores sonidos que se hayan disfrutado: el bote de la pelota, el chas de la red, la fricción de los cuerpos.

No están los fotógrafos ahí abajo del aro, tomando esas postales que eran pósters en los ’90. No están esos espectadores de primera fila que veían lo mejor de lo mejor a dos metros de distancia. 

La transmisión, a través de NBA League Pass, el sistema de streaming de la NBA, metió tremenda transmisión, con chiches de sonido de conversaciones de los jugadores. Además que ya se lucía con estadísticas en vivo que empachan. 

El después

Cuando termina el partido, los equipos liberan links de Zoom para los medios y se accede al “contacto” con los jugadores. Cada equipo pone a responder preguntas a los entrenadores y a los jugadores.

La dinámica es la misma que cada humano ha experimentado en estos meses: respetar los turnos para hablar y levantar la mano virtual para esperar ese momento de hablar. 

Uno de los que atendió a la prensa minutos después del triunfo de los Lakers fue Anthony Davis. Lo primero que le preguntaron fue si sintió que estuvo en un partido real, pese a la falta de público.

No se anduvo con vueltas: “Tenemos que salir y jugar y dar todo, siempre. Estamos para competir”. 

A las preguntas se las puede hacer vía Zoom y también las hacen los pocos periodistas acreditados en la burbuja. El jugador está sentado ante ellos. 

Al mismo tiempo que pasaba eso en el vestuario de los Lakers, metros más allá hablaba Doc Rivers, el coach de los Clippers. También con barbijo. También diciendo que la NBA está para competir en estas circunstancias. Hablando de básquet.

También habló Frank Vogel, el entrenador de los Lakers y avisó: “Para ser honesto, extrañé el clima del Staples Center (el estadio de los Lakers)”.  

 

Kawhi Leonard, estrella de los Clippers se presentó ante cámara aún vestido de partido. Habló poco, a su estilo. Paul George, la otra estrella del equipo, cayó con una mochila y también con pocas ganas de hablar. Incluso con cierta incomodidad para hablar ante una cámara, sin el cara a cara… 

La voz que faltaba era la de Lebron James, que llegó a la cita zoomera con un bidoncito de agua y ganas de hablar. De decir que estaba contento de sentir la competencia otra vez.

La NBA vigente

Pasó el jueves 30 de julio en el que la NBA reapareció. Pasó un día basquetbolero a pleno, con buenos jugadores, buenos partidos, buenos equipos. Pasó un día para la historia.

Los Jazz le ganaron a los Pelicans, que tienen talento joven para un futuro dorado (con el portentoso novato Zion Williamson, claro). Los Lakers y los Clippers demostraron que son candidatazos a ganar el título sin asteriscos. 

Aunque…

Por razones que la excenden, la NBA no es lo que era: ese celestial infierno pasional de clima y de inmersiva cercanía con el público. Les pasa a todas las disciplinas. Es la gran verdad que dejó la pandemia: sin público falta magia en el deporte profesional. 

Pero, hay que rendirse ante lo evidente, la NBA sigue aplicando magistralmente la fórmula de la reinvención. Puso en escena la mejor escena posible. Elevó el nivel otra vez. Fue lo más cercano a la cercanía. Y obvio que sigue siendo la ¡¡¡ENE-BÉ-Á!!!, un faro en el mundo del deporte como entretenimiento. La NBA sigo gozando de la poética estética del básquet de los sueños.  

Y lo sabe el hombre que está detrás de ese barbijo sin igual, el comisionado Adam Silver

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Cómo funcionan los tubos de oxígeno que llevó la Selección a Bolivia

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El plantel arribó el domingo a la noche para el partido por Eliminatorias de este martes. Cada jugador se mostró con su tubo personal para contrarrestar la altura de La Paz.

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El Cuti Romero bajó del micro con su tubo personal.

La Selección Argentina llegó este domingo a la noche a Bolivia para el compromiso del martes a las 17, correspondiente a la segunda fecha de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026.

Más allá de la posible ausencia de Lionel Messi, la formación y las cuestiones futbolísticas, el principal objetivo del plantel es minimizar el impacto de los 3.600 metros de altura de La Paz, la capital boliviana.

Es por eso que una de las imágenes que más llamó la atención fue el arribo de cada jugador argentino con su propio tubo de oxígeno. La Selección sabe que no es sencillo predecir cómo puede responder el organismo de cada uno para el encuentro en el estadio Hernando Siles.

En el video se puede ver a Messi, en este momento duda para ser titular en La Paz, descendiendo del colectivo detrás de Cristian “Cuti” Romero. El cordobés ex-Belgrano fue uno de los que portaba un tubo de oxígeno de mano. 

Además, minutos antes, futbolistas como Alexis Mac Allister y Nicolás Tagliafico mostraron el elemento en sus redes sociales. La falta de aire la suelen experimentar aquellos que suben desde el llano, y la idea es aclimatarse lo antes posible.

El plan de los tubos no es nuevo ni único de la Selección Argentina. Por caso, en las últimas Eliminatorias para Qatar el equipo dirigido por Lionel Scaloni utilizó la misma estrategia, y salió bien. El 13 de octubre de 2020, el conjunto nacional venció 2-1 a Bolivia y cortó una racha de 15 años sin triunfos en la ciudad del Altiplano. 

Así son y cómo se usan

Esta vez los argentinos llegaron a La Paz con sus tubos personales, a diferencia de los grandes cilindros que se vieron años anteriores. Permite inhalar a una pureza del 95 por ciento cuando siente la necesidad.

Los tubos de la Selección son de la marca estadounidense Boost Oxygen, que dependiendo del tamaño brindan entre 60 y 200 descargas. De hecho vienen con distintos “sabores”: natural (el que se pudo ver en manos de los futbolistas), menta, pomelo rosado y eucalipto.

Según indica la página oficial del producto, el aire a nivel del mar tiene un 21% de oxígeno y los tubos descargan al menos tres veces más que eso.

Los tubos de oxígeno se utilizan tal cual mostró Mac Allister en sus redes: con la mascarilla debajo de la nariz y cubriendo toda la boca.

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Argentina venció a Ecuador con una perla de Messi en un “Monumental” colmado

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Fue 1-0, en el arranque del torneo clasificatorio rumbo al Mundial de 2026. La Selección inició en forma exitosa su camino hacia la cita ecuménica y vivió una fiesta ante más de 80 mil personas.

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CAPILLA DEL MONTE CLIMA
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