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La Konga en Vélez: crónica de un show que hizo historia y dejó al cuarteto en lo más alto
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Primero fue un atractivo eslogan y luego, con entradas agotadas hace más de dos meses, se convirtió en una certeza consumada. Este sábado, en la cancha de Vélez, La Konga y el cuarteto hicieron historia con un show que marcará un antes y un después tanto en la trayectoria de la banda como en las casi ocho décadas de vida del género cordobés por definición.
Lo que sucedió en el estadio José Amalfitani de la ciudad de Buenos Aires fue, en definitiva, un sueño cumplido para un proyecto que está a punto de celebrar 20 años de carrera en su pico indiscutido de popularidad y centralidad en materia de conversación social.
Que Fabián Cubero, ídolo del club de Liniers, haya arengado a Nelson Aguirre, Diego Granadé y Pablo Tamagnini en un video previo que se proyectó en las pantallas fue otro indicio de la transversalidad alcanzada por el grupo oriundo de Villa Dolores a nivel audiencia. Luego, las presencias de otros famosos-fans como Juan Sebastián Verón, “el Pollo” Álvarez, Ricardo Caruso Lombardi, Matías Alé, Lourdes Sánchez o Camila Homs lo terminaron de subrayar.
Además, el hecho de que acomodadores, encargados de seguridad y otros miembros del staff ampliado de la producción que circulaban en el estadio cantaran las canciones y filmaran lo que pasaba en el escenario -como cualquiera de los miles de fans presentes- habla de la magnitud del fenómeno.
La Konga ya trasciende las fronteras naturales del cuarteto y ha logrado ubicarse al menos en el mismo sitio que los grandes baluartes de nuestra música popular. Si hablamos del Cuarteto Leo, el Cuarteto de Oro, “La Mona” Jiménez, Trulalá, Chébere o Rodrigo para explicar el devenir del tunga-tunga desde 1943 a esta parte, en ese debate también hay que incluir a La Konga, el grupo que logró llenar por primera vez un estadio en la capital argentina con entradas pagas. Y vaya si fue una fiesta la altura de esa condición.
Un salto de escala: la pasión en forma de estadio lleno
La caída de la tarde en el extremo oeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dejaba pistas claras de que lo que iba a suceder en la cancha de Vélez era un verdadero salto de escala para la banda. La cantidad de gente atravesada por las canciones alternadas entre Aguirre, Tamagnini y Granadé ya no sorprende, pero evidenciar que el movimiento previo propio de un concierto internacional tenía como objeto de deseo a los de Villa Dolores fue fuerte en todo sentido.
Para quien no haya visto al grupo en vivo en los últimos años, resulta difícil de imaginar cómo ha sido ese crecimiento que en el último año los impulsó primero a llenar 10 teatros Gran Rex, luego tres Movistar Arena y ahora este mismo estadio que cobijó recientemente a Lali y a Duki. Más aún si se tiene en cuenta que en enero de 2022 la banda todavía tocaba en la Sala del Rey, por citar una sala cuartetera de la capital cordobesa de medianas dimensiones.
El ascenso fue exponencial y acelerado, sí, pero nuevamente la explicación hay que buscarla en el repertorio y en la forma de interpretarlo. Si hasta Lionel Messi se enamoró de verdaderos temazos como Universo paralelo o Te mentiría (por citas un par de casos) y le dio otro impulso a la carrera de un proyecto que hoy, literalmente, parece no tener fronteras.
Por eso, cuando poco después de las 21.30 se apagaron las luces y más de 45 mil personas llenaron la noche porteña de éxtasis y frutos, la sensación que sobrevoló el sector en el que estaba ubicados los familiares de los músicos fue de orgullo absoluto.
En ese primer tramo, La Konga salió con los tapones de punta y, luego de una introducción que mostró de entrada la ductilidad de la banda en materia instrumental, peló una seguidilla de canciones conectadas casi sin espacios entre tema y tema. Así pasaron Si me dices que sí, Te voy a olvidar y el celebrado Necesito verte.
Luego llegó el turno del primer invitado, Damián Córdoba, que se sumó para cantar Te perdiste mi amor con su habitual carisma. A esa altura, la banda sonaba ajustada y suelta como de costumbre y Ya no más fue otra confirmación de que el conjunto de 12 músicos que acompaña a os tres cantantes hace, literalmente, lo que quiere. Cortes, dinámicas, obligados y diferentes juegos para el oído y el pulso rítmico se sucedieron en absolutamente todas las canciones.
Además de esa apuesta por la organicidad de una banda que se toca todo, la puesta en escena con visuales y escenarios digitales temáticos sumó definitivamente a la intención de que esto tuviera la dinámica de un baile cordobés pero el vuelo de un concierto de artista de escala mundial.
Precisamente, La Konga llenó Vélez en medio del Lollapalooza Argentina y allí reveló otro gesto imponente: juntó la mitad de espectadores que un festival de renombre internacional con artistas de pesos como Tame Impala o Twenty One Pilots y un sinfín de propuestas accesorias a la música.
Vos tan Lolla, yo tan La Konga en Vélez
— solange ♡ (@solcivelazco) March 18, 2023
En cambio, lo de La Konga fue simplemente eso: música. Hay que ver lo que cantaba la gente que sigue a la banda cuando, luego del primer saludo de Aguirre, llegaron Dueles, La cabaña, Yo no te pido la luna o Te amo (en primera fila). Después de eso llegaron las primeras palabras de Aguirre. “Gracias por recibirnos de esta manera. Es una emoción muy grande. Nuestro primer estadio, el cuarteto hace historia”, dijo el cantante que tiene hasta su propio y característico pase de baile.
“Es un sueño. Buenas noches Vélez. Gracias por dejar la sangre para nosotros. Aguante la música, aguante el cuarteto, aguante La Konga”, sumó Pablo Tamagnini antes de que él y su compañero arremetieran con Ya me enteré. Aunque estés con él, Convénceme y Perfecta fueron el broche final de esta primera parte. Después, llegó una pequeña reinterpretación del comienzo del Himno Nacional Argentino y tres canciones más pero esta vez comandadas por Granadé: Cinco minutos, Latidos y Mira.
Invitados estelares: La Konga y sus amigos
Tras varias canciones sin voces ajenas, la participación de Nicki Nicole en Otra noche inauguró la segunda parte de un concierto que fue también un desfile de referencias vinculables al grupo. Así fue como, para El mundo (“momento para chapar”, según Tamagnini), Sergio Dalma se hizo presente con una grabación y el mejicano Cristian Castro se sumó en cuerpo presente para una versión de su tema Yo quería.
Antes, Aguirre se dio el lujo de tocar en la guitarra, y en la pasarela que extendía el escenario, una versión de La noche sin ti que terminó con pulso rockero y celulares iluminados desde las tribunas y el campo. “20 años luchándola y remándola, y acá estamos”, sintetizó el cantante antes de ese momento más introspectivo.
Luego de Y cómo es él y Olvídate (aunque sin Rusherking), Tamagnini se despachó con No se va, otra de las más coreadas y celebradas, y dijo: “Es un placer cantar para ustedes”. Ahí empezó el tramo final de un show casi sin descanso, y que tenía guardado “lo mejor para el final”, como se suele decir.
La introducción a cargo de la guitarra eléctrica que reveló que el comienzo de Universo paralelo era inminente dejó todo servido para una de las mayores ovaciones de la noche. Nahuel Pennisi (que no podía faltar, claro) se instaló en una banqueta y tocó un fragmento del tema original. Luego, junto a Granadé, cantaron la que sin dudas fue la pieza más coreada de la noche de principio a fin.
Inmediatamente después, sin respiro para los corazones agitados, llegó el turno del sucesor en materia de impacto popular, Ya no vuelvas. Y allí también hubo otra gigantesca señal de afecto tanto para Luck Ra como para Emmanuel Noir, de Ke Personajes. Con el voltaje al máximo y la emoción nuevamente deambulando por todo el estadio, ese tema dejó paso a Te mentiría, otro de los grandes favoritos que sirvió para anunciar que el final acechaba en cuestión de minutos.
“Nos han hecho muy felices”, dijo Tamagnini luego de una pequeña pausa y antes de encarar El mismo aire, que cerró una lista imbatible de 27 hits desplegados en dos horas de fiesta. En el cierre llegaron primero los papelitos y después los fuegos artificiales, que fueron una metáfora perfecta del momento que atraviesa el grupo de Villa Dolores.
Esa sensación de que no hay techo a la vista, más la alegría desacartonada de todos los integrantes del grupo cuando todo acabó, sintetizan eso que es La Konga hoy: un grupo cuyo límite parece ser el cielo, pero que tiene los pies bien plantados sobre la tierra y sabe que su mayor arma es la sinergia entre todas sus partes.
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Villa María: denunció públicamente a un cliente que la maltrató y difundió el video

La moza de un bar céntrico de la ciudad cordobesa de Villa María denunció públicamente una situación de maltrato que sufrió mientras atendía a un cliente.
Con la ayuda de su jefe, el dueño del local comercial, la joven difundió el video y fotos del mal momento que le tocó vivir.
Villa María: denunció públicamente a un cliente que la maltrató y difundió el video
Todo sucedió el pasado jueves, alrededor de las 9.30 horas, en un local gastronómico del centro de Villa María.
Brenda Guevara trabaja allí de moza y contó en sus redes sociales la mala experiencia que pasó con un cliente varón mayor de edad.
“Atiendo a un hombre (siempre tratando de poner la mejor de mis ondas, o al menos siendo simpática, para hacer sentir bien a los clientes y que vuelvan a asistir al bar donde trabajo). Le limpio la mesa, me dijo que lo hice mal y que lo vuelva a hacer y agregando más cosas que no vienen al caso (de mala forma y con un tono elevado). Seguido a eso me pidió uno de los desayunos”, relató.
“Cuando le estaba preparando el café, se levanta a pedirle a mi compañera una lapicera, ya con un propósito pensado en su retorcida mente minúscula. Lo que hizo con la misma fue escribirme un mensaje repetitivo con la palabra ‘puta’ en cada uno de los billetes con los que me pagó, haciéndome sentir completamente denigrada como mujer, miserable y menospreciada”, siguió contando Brenda.
La joven no realizó la denuncia formal en la comisaría, pero sí, alentada y apoyada por su empleador, decidió realizar una exposición pública en redes sociales.
Denunció públicamente a un cliente
En diálogo con Villa María VIVO, la joven aclaró que fue su patrón quien le pasó el video con la intención de ayudarla para que pudiera difundirlo. “En trabajo me siento muy cómoda”, remarcó.
“Mi descargo es hacia esa persona y hacia todas esas personas que por sentarse a consumir siente que tienen el derecho de denigrarte de cualquier forma”, resumió.
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Francisco Cerúndolo avanzó en el Masters 1000 de Miami y podría enfrentar a uno de los candidatos

Francisco Cerúndolo avanzó este sábado a los octavos de final del Masters 1.000 de Indian Wells tras imponerse al estadounidense Aleksandar Kovacevic, número 102 del mundo, por 6-4 y 6-4.
Cerúndolo, semifinalista el año pasado en Miami, necesitó una hora y 23 minutos para doblegar a un Kovacevic que llegaba a la segunda ronda en calidad de perdedor afortunado.
El argentino, número 31 del ránking mundial, se medirá en los octavos de final con uno entre el canadiense Felix Auger Aliassime (n.6) y el brasileño Thiago Monteiro (n.81).
Avanzó sin jugar el griego Stefanos Tsitsipas, segundo favorito en Miami, por la retirada del veterano francés Richard Gasquet, número 40 del mundo.
El griego, que viene de una sorprendente eliminación en la segunda ronda en Indian Wells, cuando cayó ante el australiano Jordan Thompson, será rival de uno entre el chileno Cristian Garín y el argentino Sebastián Báez, que juegan este mismo sábado.
El torneo de Miami se disputa hasta el 2 de abril con el español Carlos Alcaraz como defensor del título y número uno del mundo y sin Rafa Nadal ni el serbio Novak Djokovic, ausente por su negativa a vacunarse contra el coronavirus.