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La mamá de la joven que murió al caer de un balcón dijo que “hay pruebas” contra el novio de su hija
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hace3 añosel
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La madre de la estudiante universitaria que murió en marzo último al caer del cuarto piso de un edificio del barrio porteño de Nueva Pompeya, dijo hoy que “la Justicia la abandonó” al no procesar por femicidio a la pareja de su hija, ya que “hay pruebas suficientes”, y pidió avanzar en la búsqueda de un testigo que dijo que vio cuando la arrojaron por el balcón.
“Siento que la justicia nos abandonó. No hay intervención del fiscal, que es quien tiene que buscar pruebas, y no yo”, dijo indignada a Télam Adriana Chiaverano, madre de Pilar Lucía Riesco (21), quien murió el 15 de marzo.
La mujer cargó la responsabilidad en el fiscal de la causa, Martín López Perrando, y en la jueza Nacional en lo Criminal y Correccional 51, Graciela Angulo de Quinn, por la liberación del novio de Pilar, Patricio Leonel Reynoso (31), que fue ordenada por la sala V de la Cámara Nacional Apelaciones en lo Criminal y Correccional al considerar que no había mérito suficiente para mantenerlo procesado y con prisión preventiva.
Para la madre de Pilar es imperioso avanzar en diversas medias para poder volver a pedir el procesamiento de Reynoso, entre ellas la localización de un testigo clave que el día del hecho dijo haber visto cuando la joven fue arrojada por el balcón tras un forcejeo pero luego no pudo volver a ser localizado para declarar en la causa.
Chiaverano consideró que para requerir el procesamiento de Reynoso hay pruebas suficientes y que se deben tener en cuenta el resultado de la autopsia, la pericia a la baranda del balcón desde donde cayó la joven, la declaración del testigo clave y la geolocalización del celular de otra testigo, amiga de Reynoso.
Una fuente con acceso al expediente explicó a Télam que “si bien la autopsia reveló que la causa de la muerte fue un traumatismo de cráneo producto de la caída, en ella se advirtieron signos de defensa, como amarraduras en los brazos”.
El mismo informante detalló que en la superficie corporal del acusado se hallaron “rasguños, que son signos de la defensa ejercida por la víctima”.
Según indicó la jueza en su fallo, “existieron agresiones físicas y quien tuvo las de mayor relevancia fue la víctima, no sólo en antebrazos y brazos, sino también en el cuello, que implicó que sufrió presión en el mismo”.
Y si bien la magistrada procesó a Reynoso en primera instancia por el hecho, luego la Cámara revirtió la medida por “falta de mérito”.
La mamá de Pilar dijo que las pericias realizadas a la baranda del balcón indicaron que no había presencia de huellas dactilares de su hija, por lo que no creen en la versión que dio Reynoso y una amiga suya, testigo del hecho, sobre que ella se arrojó.
“La testigo dijo estaba en la casa de su madre en diagonal al departamento y que escuchó a Pilar decir que si (Reynoso) no la quería, se iba a tirar (…) Los testigos de la calle dijeron que no vieron caer a mi hija pero si la escucharon gritar ‘no, no, no'”, contó la mujer.
La madre de la joven resaltó que esa testigo, que es amiga desde hace años de Reynoso, brindó un número de celular en su primera declaración ante la policía y otro ante el fiscal, y que, tras ser peritado el artefacto, se estableció que por la geolocalización se hallaba a 20 cuadras del hecho.
“Reynoso habló con la testigo durante 40 segundos y ninguno de los dos llamó al SAME, donde ella trabaja como operadora”, denunció la mujer.
Chiaverano aseguró que existieron contradicciones entre el relato de ellos de cómo fueron los acontecimientos: “El acusado dijo que (Pilar) se agarró de la baranda mirando hacia adentro del departamento, se agachó y se arrojó sin decir nada. Ella (la testigo) dijo que se agarró de la baranda, sacó los dos pies, miró hacia adentro, se dio vuelta y se arrojó”.
En tanto, en el marco del expediente hay una declaración de un oficial de la policía que llegó al lugar, quien mencionó a un testigo que le aseguró que vio un forcejeo y que alguien tiró a la joven.
Pero cuando el efectivo ordenó que identificaran a ese testigo, el hombre “se escabulló entre la gente y desapareció”.
“Estamos buscando al testigo para que se presente. Esa persona vio como la empujaba. El oficial si lo ve lo tiene que reconocer”, sostuvo Chiaverano, y agregó que “la policía lo buscó después de dos meses y no lo encontró”.
“Las medidas de pruebas pedidas por nosotros fueron ordenadas meses después. Hubo cámaras de seguridad que se borraron a los 45 días” ¿Por qué la jueza no ordenó en tiempo las medidas””, cuestionó la madre de Pilar.
Pero desde la Justicia aseguraron a Télam que en el expediente no hay elementos contundentes que acrediten laparticipación de Reynoso en el hecho.
“Numerosa prueba se ha reunido en el breve lapso que llevó la instrucción, mas no se ha podido despejar hasta el momento que Reynoso haya provocado de forma directa el luctuoso episodio ni que haya determinado la decisión de la víctima de hacerlo”, señala el fallo de Cámara con la firma de los jueces Rodolfo Pociello Argerich y Hernán López, al que tuvo acceso Télam.
El episodio ocurrió cerca de las 16.30 del domingo 15 de marzo último, cuando la joven cayó del balcón del departamento “E” del cuarto piso de la calle Alagón 305, en Nueva Pompeya.
Según la pesquisa, Reynoso había regresado de bailar a las 8, se acostó a dormir y cuando se despertó comenzó una discusión prolongada con la joven.
El imputado afirmó que Riesco comenzó a increparlo, a gritarle, a decirle que no lo quería, que incluso en un momento le arrojó un portarretrato con una foto de ellos y que luego fue al balcón y se tiró al vacío.
El acusado tiene como antecedente penal una “probation”, y si bien no existían denuncias previas de la joven contra su novio por violencia de género, Reynoso había sido filmado en abril del año pasado atacando a palazos un colectivo tras un problema de tránsito y esas imágenes se viralizaron por las redes sociales.
“Yo perdí a mi hija, no la voy a recuperar. Mi familia está destruida”, dijo entre lágrimas Chiaverano, quien aseguró que tiene temor por que el acusado está en libertad.
“Perdí lo más importante de mi vida y no quiero perder nada más”, concluyó.

INTERNACIONALES
Belgrano ganó por el aporte de los propios y de Pablo Vegetti

Cuando el estadio se puso de pie y, desde los cuatro costados, se coreó el nombre de Ulises Sánchez. O cuando en cada cruce las piernas de Santiago Longo llegaron para cortar y las palmas de las manos se enrojecieron. O el reconocimiento luego de cada pelota despejada por el zurdo Nicolás Meriano. O cuando se valoró lo que le dieron al equipo Juan Barinaga y Bruno Zapelli, llegados desde las juveniles. Por todo, la sensación es que la sangre que corre por Alberdi es celeste y no roja. Y, si se sostiene que estos jugadores entienden bien lo que es Belgrano, en ese contexto no se puede dejar de lado al capitán, referente y goleador del equipo: Pablo Vegetti. El “9″ hace todo y contagia a todos los que están dentro y fuera del campo de juego.
Así, Belgrano le ganó a Vélez 2 a 0. Y con una formación en la que 10 de los 11 que iniciaron el partido, venían de la Primera Nacional. Belgrano fue un equipo convencido de lo que debía hacer: cómo neutralizar a su rival y pegando duro de movida.
Con la “12″ en la espalda, Ulises es de esos jugadores que vienen en franco crecimiento, que se ha ganado el corazón de la hinchada a fuerza de buen juego y de ser una de las manijas del equipo y también el responsable de generar el primer pase para el inicio de las jugadas en ataque. Corrió hasta la extenuación. Y se llevó el reconocimiento del hincha.
Y fue el propio Sánchez el que lanzó un centro medido para que la cabeza de Vegetti mandara el balón a la red en el amanecer del juego.
Y ese gol de movida fue clave para enderezar el partido, pues Vélez no tuvo reacción y se fue quedando sin argumentos para torcer una historia que se escribió de arranque. Y mientras el equipo de Ricardo Gareca intentaba “meterse” en partido, Bruno Zapelli, que no había jugado bien, metió un balón cruzado para que Guillermo Pereira domine, enganche y defina. Hubo éxtasis en la gente, que disfrutó de un encuentro que se ganó con absoluta justicia.
De extremo a extremo
Pablo Vegetti es el abanderado de este equipo, pero no solamente por sus 11 goles hasta el momento. Lo es porque es quien “manda” en cancha, a propios y extraños. Porque se banca los partidos a pura potencia.
El “9″ recibió de Sánchez el centro que llegó desde la derecha y puso el 1 a 0, después acomodó su juego en función de lo que el Pirata necesitó. Se desplegó por todo el frente de ataque y supo ubicarse por las bandas en los balones largos, como para no tener que “soportar” a Diego Godín.
Vélez fue un equipo tibio que no inquieto demasiado. Se la pasó lateralizando y metiendo balones en las bandas que pocas veces tuvieron un final cierto en ataque y, con el marcador en contra, la cuesta se hizo irremontable para los de Gareca.
Por su parte, los de celeste corrieron sin dejar espacio para que el rival pudiera “entrarle”. Se reagruparon en el fondo y dejaron que el correr del tiempo fuera su principal aliado para quedarse con los puntos en juego.
El hombro de Longo (golpe fuerte) asustó a los simpatizantes, pero el “Tractorcito” no te deja en banda nunca y con el brazo sin movimiento siguió corriendo. El cansancio dejó su marca sobre el equipo dirigido por Guillermo Farré, pero Vélez no podía lastimar: la pelota iba de banda en banda sin que el espacio para un centro correcto se le diera. Y cuando por fin el visitante puso una pelota medida para Castro, Losada hizo un “atajadón” para recordarle a todos que, si se lo necesita, está presente. Faltaban dos minutos para el final y las manos del arquero fueron clave para que el cierre del partido se diera tranquilo.
Ganó Belgrano, el equipo que tiene en sus venas la sangre celeste, ese que está armado con piezas del ascenso, con jugadores de la cantera y con todos entendiendo qué es y cómo se debe defender una camiseta como la del Pirata.
INTERNACIONALES
Cobb deslumbra y Flores empuja 2, en victoria de Gigantes ante Orioles por 4-0

SAN FRANCISCO (AP) — Alex Cobb logró siete ponches durante siete innings y dos tercios en blanco para recuperarse de su peor salida de la temporada, el venezolano Wilmer Flores aportó un sencillo de dos carreras y un doble, y los Gigantes de San Francisco vencieron el sábado 4-0 a los Orioles de Baltimore.
J.D. Davis agregó un sencillo remolcador en un tercer inning decisivo ante el derecho Kyle Bradish (2-2) y el emergente Austin Slater contribuyó con otro hit de una base, que impulsó una carrera en el sexto capítulo.
Cobb (5-2) toleró dos hits seguidos con un out en el octavo episodio, incluido un doble de Ryan O’Hearn que dejó corredores en segunda y tercera. El derecho veterano de San Francisco sacó el segundo out antes de cederle la lomita a Scott Alexander.
El público se puso de pie para ovacionar a Cobb, quien se quitó la gorra para agradecer.
Alexander sacó el último out de ese inning. El dominicano Camilo Doval finalizó la blanqueada de cinco imparables.
El 28 de mayo, Cobb había permitido siete carreras en Minnesota.
Por los Orioles, el venezolano Anthony Santander de 4-0. El mexicano Ramón Urías de 2-0. El dominicano Jorge Mateo de 3-0.
Por los Gigantes, el venezolano Wilmer Flores de 4-3 con dos impulsadas.