El fútbol está parado, pero Juan Manuel Balquinta sigue “atajando” como si Los Andes jugara todos los días. Con su mujer, María Eugenia Vega, armaron hace ocho años el merendero Niños Comprometidos con Jesús, pero las limitaciones que impuso la cuarentena impidieron que el salón de la calle Carlos Tejedor 1027, frente al colegio Sarmiento, en la mismísima “república de San Vicente”, pudiera albergar a los 80 niños que concurrían a media tarde. Todo se había puesto difícil, hasta la obtención de los recursos para mantener la movida solidaria que había arrancado ocho años atrás para darles de comer a seis hermanitos, a quienes tuvieron en guarda durante un tiempo.
Sin embargo, Balquinta (atajó en Belgrano, siguió por Juniors, por Unión San Vicente, por Indonesia, entre otros) tuvo reacción ante la crisis. La pandemia no lo iba a vencer así nomás. “¿Y si vamos a la casa del piberío? ¿Y si le pedimos la chata a Luis?”, le propuso a su esposa María Eugenia y surgió una idea genial. Luis es Luis Podetti, un exdirigente de Instituto, que juntamente con su mujer Gladys se sumaron hace un tiempo para esta cruzada por los niños y niñas de la zona.
En la camioneta de Podetti se armó el merendero móvil y así, desde hace poco más de un mes, salen todos los miércoles a las 19 casa por casa. Más que una merienda terminará siendo una cena, porque el recorrido se extiende por un par de horas. “Vamos con todos los cuidados. Estamos contentos, pero no conformes. Es una solución de emergencia”, dice Balquinta, tras recorrer Villa La Maternidad, puente Sargento Cabral y Yapeyú.
–¿Por qué?
–Porque abríamos lunes, miércoles y viernes, desde hace ocho años, ahí en el salón de la calle Carlos Tejedor. Tuvimos que cerrar porque la cuarentena impide aglomeraciones. El recorrido con la chata se da los miércoles, pero queremos hacerlo lunes y viernes también. Y necesitamos más recursos. Lo que hacemos sale de nuestros aportes y de los de gente amiga como Gabriel Cristani, dueño de Trademan, para la que trabajo como repositor externo y quien nos dio el salón donde está el merendero. El supervisor Iván y toda la gente de esa empresa también vienen a dar una mano. Igual que Diego Manzano e Iván, del súper Mami.
La jornada terminará tarde, efectivamente. Pero después de cada lugar visitado, la despedida era un “nos vemos el sábado”. La expresión esperada sería un “hasta el miércoles”, pero no. El sábado, habrá otro encuentro, al que también irán los pibes y sus familias.
Almuerzos en la calle
Es que mantener el merendero no es el único desvelo de Balquinta y los suyos. “Nos preocupaban los niños y niñas del merendero, pero también sus familias. Mucha gente se quedó sin poder trabajar. Albañiles, changarines, gente que vivía del día a día, personal de limpieza. De todos los oficios. Por eso pensamos en dar de comer los sábados al mediodía, en la vereda del salón del merendero. Sí, son casi 100 personas. Son las familias de los niños y también gente de la zona. El sábado pasado servimos carne con verdura y puré. Si sobra salimos, armamos unas cajas y salimos a repartir en la chata de Luis”, cuenta Balquinta.
El equipo de Balquinta siempre es el mismo y todos ayudan para obtener los recursos para dar la merienda. Son propios o donaciones que se pueden hacer en las redes del merendero (instagram @niñosccj) o a los teléfonos 351-2221090 y 351-6867570.
Los niños y niñas del merendero lo son todo para los Balquinta. Desde hace cuatro años, y aprovechando sus contactos en el fútbol, Balquinta organiza partidos a beneficio con figuras de nuestro fútbol para recaudar fondos y armar bolsones navideños.
“Es en diciembre, un poco antes de las Fiestas. El año pasado lo hicimos en cancha de Los Andes y vinieron Matías Suárez, Emanuel Giménez, ‘Bocha’ Maldonado, Germán Montoya, ‘Ratón’ Olmos, Francisco ‘Pancho’ Silva, Julio Martínez, Federico Álvarez, Diego Alassia, Santiago Del Sotto y Gastón Álvarez Suárez. Juntamos cuatro mil dólares para que Matías, uno de los niños del merendero, pudiera viajar a México para ser operado de distrofia muscular. Recuperó movilidad y todo. Gracias a Dios. Con los alimentos que se donaron, armamos 60 bolsones navideños. Fue hermoso, todo. Este año no sé si podremos hacerlo por la pandemia. Pensaremos en otra cosa”, advierte Balquinta.
–¿Sí?
–No podemos parar. En medio de esta cuarentena, Lautaro, otro de los niños del merendero, necesitaba una silla de ruedas y la conseguimos en dos días.
Balquinta es un arquero de la Lga Cordobesa, pero está claro que cruzó los límites de una cancha para ayudar a atajar parte de los problemas que la vida les plantea a 80 pibes y a su familia. El equipo es el mismo de siempre, pero necesita “refuerzos”.
El plantel arribó el domingo a la noche para el partido por Eliminatorias de este martes. Cada jugador se mostró con su tubo personal para contrarrestar la altura de La Paz.
El Cuti Romero bajó del micro con su tubo personal.
La Selección Argentina llegó este domingo a la noche a Bolivia para el compromiso del martes a las 17, correspondiente a la segunda fecha de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026.
Más allá de la posible ausencia de Lionel Messi, la formación y las cuestiones futbolísticas, el principal objetivo del plantel es minimizar el impacto de los 3.600 metros de altura de La Paz, la capital boliviana.
Es por eso que una de las imágenes que más llamó la atención fue el arribo de cada jugador argentino con su propio tubo de oxígeno. La Selección sabe que no es sencillo predecir cómo puede responder el organismo de cada uno para el encuentro en el estadio Hernando Siles.
En el video se puede ver a Messi, en este momento duda para ser titular en La Paz, descendiendo del colectivo detrás de Cristian “Cuti” Romero. El cordobés ex-Belgrano fue uno de los que portaba un tubo de oxígeno de mano.
Además, minutos antes, futbolistas como Alexis Mac Allister y Nicolás Tagliafico mostraron el elemento en sus redes sociales. La falta de aire la suelen experimentar aquellos que suben desde el llano, y la idea es aclimatarse lo antes posible.
El plan de los tubos no es nuevo ni único de la Selección Argentina. Por caso, en las últimas Eliminatorias para Qatar el equipo dirigido por Lionel Scaloni utilizó la misma estrategia, y salió bien. El 13 de octubre de 2020, el conjunto nacional venció 2-1 a Bolivia y cortó una racha de 15 años sin triunfos en la ciudad del Altiplano.
Así son y cómo se usan
Esta vez los argentinos llegaron a La Paz con sus tubos personales, a diferencia de los grandes cilindros que se vieron años anteriores. Permite inhalar a una pureza del 95 por ciento cuando siente la necesidad.
Los tubos de la Selección son de la marca estadounidense Boost Oxygen, que dependiendo del tamaño brindan entre 60 y 200 descargas. De hecho vienen con distintos “sabores”: natural (el que se pudo ver en manos de los futbolistas), menta, pomelo rosado y eucalipto.
Según indica la página oficial del producto, el aire a nivel del mar tiene un 21% de oxígeno y los tubos descargan al menos tres veces más que eso.
Los tubos de oxígeno se utilizan tal cual mostró Mac Allister en sus redes: con la mascarilla debajo de la nariz y cubriendo toda la boca.
Fue 1-0, en el arranque del torneo clasificatorio rumbo al Mundial de 2026. La Selección inició en forma exitosa su camino hacia la cita ecuménica y vivió una fiesta ante más de 80 mil personas.