Lucas Beltrán tenía apenas 14 años cuando dejó Instituto para comenzar su aventura en River Plate. El delantero era una de las “joyas” de la cantera gloriosa pero a fines de 2015 dejó Alta Córdoba para comenzar un nuevo sueño junto al “Millonario”.
El 29 de marzo pasado cumplió 19 años y por primera vez en mucho tiempo pudo festejarlo junto a su familia en Córdoba, donde lleva a cabo la cuarentena mientras espera por la vuelta del fútbol.
En estos cuatro años y medio se cansó de hacer goles en las inferiores de River e incluso es el máximo anotador del equipo en el torneo de Reserva que se estaba jugando hasta la llegada de la pandemia.
Con la partida de Ignacio Scocco a Newell´s el cordobés espera tener más chances en el equipo de Marcelo Gallardo, quien lo hizo debutar en diciembre de 2018 en un partido ante Gimnasia de La Plata.
“Uno siempre quiere jugar, estar ahí. Voy a prepararme a full en este tiempo que estoy en Córdoba para que cuando volvamos a entrenar pueda ganarme un lugarcito”, le contó Beltrán a Mundo D.
Y agregó: “El parate me agarró en un buen momento, acababa de ir al banco en Copa Libertadores con Liga de Quito y venía de jugar la final de la Libertadores sub 20, en la que había hecho dos goles. Tenía muchas expectativas para este semestre, una lástima lo que pasó”.
Aunque se fue muy chico de Córdoba (la Gloria se quedó con un 10 por ciento de su ficha), asegura que todo significó un cambio lindo y positivo. Sin embargo, debió alejarse muy rápido de su familia y por eso hoy “disfruta” del encierro con ellos.
“La verdad es que no los veo muy seguido. Tengo que aprovechar. Justamente de eso hablaba con los chicos que están en la pensión”, contó el delantero que comenzó jugando al fútbol en el colegio Corazón de María.
Ganarse un lugar no le será fácil a Beltrán. Gallardo tiene a Matías Suárez, Rafael Santos Borré y Lucas Pratto. Y también a los juveniles Julián Álvarez, Benjamín Rollheiser y Federico Girotti.
Al ser consultado sobre si quizá le sería más fácil estar en un equipo que no anduviese tan bien o que tuviese menos figuras, dijo que no y explicó los motivos: “Nosotros disfrutamos mucho al poder estar en este club. Acá aprendemos bastante más y estamos en contacto con los jugadores top. Nos dan indicaciones, tratamos de escucharlos todo el tiempo, de mirarlos y de aprender. Estoy feliz de estar y de formar parte de la etapa más gloriosa del club. Es algo impresionante lo que se vive, más allá de que uno ha tenido pocas oportunidades pero hay que seguir trabajando para que el día que me toque, estar listo”.
Un sueño “glorioso”
Cuando tenías 11 años Lucas no se cansaba nunca de hacer goles para “el Cora” en el torneo de Fútbol Infantil en El Doce. En sus primeras notas para la TV solía repetir que su sueño era jugar en la primera de Instituto.
El destino quiso que su carrera lo lleve a River antes de tiempo y los roles se invirtieron al punto tal que el año pasado el sueño de los directivos gloriosos era poder contar con él.
“Me llamaron a mitad del año pasado, cuando se fue Pablo Vegetti (finalmente llegó Francisco Apaolaza). Lo contactaron a Hernán Buján, con el que siempre hablo sobre Instituto, y le dijeron que estaba esa chance. En River les contestaron que no, que me iban a tener en cuenta. No veían que tuviera una edad para darme a préstamo, en teoría me querían utilizar”, sostuvo el delantero que tiene a Paulo Dybala como referente.
Y luego contó: “Yo en Buenos Aires miro todos los partidos, grito todos los goles de la Gloria. Incluso tengo amigos en el plantel. Sin dudas que me gustaría jugar en Instituto, era mi sueño de chico, esperemos que en algún momento lo pueda lograr. Es más, mi mejor amigo se llama Diego Faya y está jugando en la cuarta albirroja”.
Por último, Beltrán dejó un gran elogio para Marcelo Gallardo, a quien consideró como un DT muy completo: “No hay mucho que agregar sobre él, es un gran entrenador, nos aconseja mucho, tanto a nosotros como a los más grandes. Tiene el mismo trato con todos, maneja bien los grupos y lee bien los partidos. Los resultados están a la vista”.
El plantel arribó el domingo a la noche para el partido por Eliminatorias de este martes. Cada jugador se mostró con su tubo personal para contrarrestar la altura de La Paz.
El Cuti Romero bajó del micro con su tubo personal.
La Selección Argentina llegó este domingo a la noche a Bolivia para el compromiso del martes a las 17, correspondiente a la segunda fecha de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026.
Más allá de la posible ausencia de Lionel Messi, la formación y las cuestiones futbolísticas, el principal objetivo del plantel es minimizar el impacto de los 3.600 metros de altura de La Paz, la capital boliviana.
Es por eso que una de las imágenes que más llamó la atención fue el arribo de cada jugador argentino con su propio tubo de oxígeno. La Selección sabe que no es sencillo predecir cómo puede responder el organismo de cada uno para el encuentro en el estadio Hernando Siles.
En el video se puede ver a Messi, en este momento duda para ser titular en La Paz, descendiendo del colectivo detrás de Cristian “Cuti” Romero. El cordobés ex-Belgrano fue uno de los que portaba un tubo de oxígeno de mano.
Además, minutos antes, futbolistas como Alexis Mac Allister y Nicolás Tagliafico mostraron el elemento en sus redes sociales. La falta de aire la suelen experimentar aquellos que suben desde el llano, y la idea es aclimatarse lo antes posible.
El plan de los tubos no es nuevo ni único de la Selección Argentina. Por caso, en las últimas Eliminatorias para Qatar el equipo dirigido por Lionel Scaloni utilizó la misma estrategia, y salió bien. El 13 de octubre de 2020, el conjunto nacional venció 2-1 a Bolivia y cortó una racha de 15 años sin triunfos en la ciudad del Altiplano.
Así son y cómo se usan
Esta vez los argentinos llegaron a La Paz con sus tubos personales, a diferencia de los grandes cilindros que se vieron años anteriores. Permite inhalar a una pureza del 95 por ciento cuando siente la necesidad.
Los tubos de la Selección son de la marca estadounidense Boost Oxygen, que dependiendo del tamaño brindan entre 60 y 200 descargas. De hecho vienen con distintos “sabores”: natural (el que se pudo ver en manos de los futbolistas), menta, pomelo rosado y eucalipto.
Según indica la página oficial del producto, el aire a nivel del mar tiene un 21% de oxígeno y los tubos descargan al menos tres veces más que eso.
Los tubos de oxígeno se utilizan tal cual mostró Mac Allister en sus redes: con la mascarilla debajo de la nariz y cubriendo toda la boca.
Fue 1-0, en el arranque del torneo clasificatorio rumbo al Mundial de 2026. La Selección inició en forma exitosa su camino hacia la cita ecuménica y vivió una fiesta ante más de 80 mil personas.